Abdelaziz Rantisi fue nombrado ayer sucesor del jeque Yasín al frente de Hamás.

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EFE-JERUSAlÉN
Las autoridades israelíes han reforzado las medidas de seguridad no sólo en los lugares públicos, sino en el entorno de los altos cargos políticos, ante el temor de un atentado del Hamás tras el asesinato ayer de su líder espiritual, el jeque Ahmed Yasín. Yasín, líder y fundador del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), fue asesinado por Israel en un ataque aéreo en la ciudad de Gaza, lo que hace temer posibles ataques palestinos tanto en Israel, como contra objetivos judíos y estadounidenses en el extranjero.

Y el jefe de las Fuerzas Armadas de Israel, Moshé Yaalón, decía horas antes que el presidente palestino, Yaser Arafat, y el líder de Hizbolá, Hasán Nasrala, «han entendido que son los siguientes de la lista», tras el asesinato de Yasín.

Ese temor ha aumentado después de que el grupo armado haya amenazado con un ataque de «calidad», lo que en Israel se interpreta como un asesinato de un alto cargo político o militar israelí. Entretanto, las fuerzas de seguridad continúan en estado de máxima alerta, y los territorios palestinos siguen completamente cerrados, por lo que miles de palestinos que se ganan la vida trabajando en Israel no pueden acceder a este territorio desde ayer.

Se espera además, que estas medidas continúen hasta el final de la Pascua judía, el próximo mes de abril y que coincide con la Semana Santa cristiana. Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, aseguró ayer que tras la eliminación de Yasín, Israel seguirá atacando a los dirigentes de Hamás y aclaró que cualquier miembro del grupo es un posible blanco israelí.

Por otra parte, dos buques de la Armada israelí dispararon anoche contra dos edificios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) situados al norte de la ciudad de Gaza, sin que se registraran víctimas. Tres explosiones sucesivas se registraron en el barrio de Sudanía, al norte de la ciudad, donde se encuentran las sedes de los servicios navales palestinos y el de las fuerzas de la seguridad nacional, que resultaron destruidos.