TW
0

Tres palestinos murieron y al menos quince han resultaron heridos en los enfrentamientos con fuerzas israelíes que ayer tuvieron lugar en Jerusalén y los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania. El centro de esos enfrentamientos estuvo en la ciudadela de Jerusalén, donde la Policía israelí irrumpió por la fuerza a primera hora de la tarde en la Explanada de las Mezquitas, después de que jóvenes feligreses palestinos lanzaran piedras en dirección al contiguo Muro de las Lamentaciones. Asimismo, el primer ministro israelí, Ariel Sharón, afirmó que actuará enérgicamente para expulsar de Israel a decenas de miles de palestinos que viven ilegalmente en las comunidades árabes israelíes.

Sharón declaró en una entrevista con el diario israelí «Haaretz» que una vez que se haya terminado de construir el muro de separación en Cisjordania, las autoridades israelíes expulsarán a los palestinos que viven ilegalmente en Israel. «Tenemos un problema difícil con sus intentos de regresar (a sus tierras) al infiltrarse en ciudades y aldeas israelíes», dijo el primer ministro israelí.

«Ahora es un problema muy difícil por la carencia de una valla. Pero, en cuanto ésta se haya cerrado, la actividad para deshacernos de ellos será más enérgica y su capacidad para regresar será muy reducida. Actualmente, cuando son hallados (y expulsados) vuelven», agregó.

Por otra parte, Ariel Sharón, no descartó que el dirigente palestino, Yasir Arafat, sea objeto de un ataque selectivo como el que acabó con la vida del líder espiritual de Hamás, jeque Ahmed Yassin, la semana pasada. Preguntado sobre si Arafat o el líder de Hezbolá, Hassan Nasralá, podrían ser objeto de operaciones de 'asesinato selectivo', afirmó: «No voy a sugerir que ninguno de ellos sea inmune». «Alguien que mata a un judío o daña a un ciudadano israelí, o envía a personas a matar a judíos es un hombre marcado», añadió.