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EFE-ARGEL
La amplia victoria de Abdelaziz Buteflika en las elecciones presidenciales celebradas el jueves en Argelia han provocado una oleada de protestas entre la oposición, que denuncian fraude y manipulación en los resultados.

El ministro del Interior afirmó que el escrutinio se desarrolló en muy buenas condiciones y con plena transparencia y que «las sospechas que afectaban al sistema electoral argelino se han eliminado definitivamente».

Los resultados proclamados ayer por la mañana por el ministro del Interior, Yazid Zerhuni, confirman que el presidente saliente ha arrasado, dejando muy lejos a sus cinco adversarios.

Según las cifras todavía provisionales hasta que sean validadas por el consejo constitucional, Buteflika obtuvo cerca del 84 por ciento de los votos, y el que se presentaba como su principal rival, su antiguo primer ministro y líder del Frente de Liberación Nacional (FLN, ex partido único), Alí Benflis, quedó en segunda posición con menos del 8 por ciento de los sufragios.

Subrayó, además, que se han tomado todas las medidas para garantizar la credibilidad de las votaciones, y citó como ejemplo la presencia de representantes de los candidatos en los colegios electorales.

El primer ministro, Ahmed Uyahia, insistió en el mismo sentido al señalar que estas elecciones «han marcado un giro decisivo en la vida política argelina» y que «el sistema electoral ha ganado en transparencia».

Con un tono firme, el jefe del gobierno dijo que el pueblo argelino «se ha expresado con toda libertad y soberanía» y advirtió que «nadie puede polemizar sobre los resultados debido a las medidas que se adoptaron para garantizar la legalidad».