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CÉSAR MUÑOZ-WASHINGTON
El presidente estadounidense, George W. Bush, dijo ayer que el documento secreto sobre las amenazas de Al Qaeda del 6 de agosto de 2001 no decía nada «de un ataque contra Estados Unidos», aunque si avisa de que podrían secuestrar aviones. En sus primeros comentarios tras la publicación del documento, el presidente afirmó que tras leerlo se quedó «satisfecho de la forma en que se estaban investigando los asuntos».

No obstante, el documento deja claro que Al Qaeda tenía células en EEUU desde hacía años y que en la fecha de su elaboración podría estar preparando secuestros de aviones en este país. No informa, sin embargo, de cuándo o dónde podrían llevarse a cabo. Pero Bush minimizó su importancia. «Decía que Osama bin Laden tenía planes contra Estados Unidos. Bueno, ya lo sabía», afirmó.

Bush recibió el memorando, de dos páginas, titulado «Bin Laden decidido a atacar en Estados Unidos», en su rancho de Crawford (Texas), un mes antes de los atentados del 11 de septiembre, en los que murieron casi 3.000 personas. El presidente declaró ayer en Fort Hood que «nunca vi ninguna información de inteligencia que indicase que iba a haber contra Estados Unidos, en un momento y un lugar, un ataque».

El escrito dice que Bin Laden quería vengarse de los ataques estadounidenses a su base en Afganistán en 1998 con acciones en Washington. Ese es un «dato nuevo importante», a juicio de Richard Ben-Veniste, miembro demócrata de la Comisión que investiga los atentados del 11 de septiembre y ex fiscal del escándalo de Watergate durante el Gobierno de Richard Nixon.

Ben-Veniste afirmó ayer en la cadena «Fox News» que el memorando tiene que verse en el contexto de los meses previos a esos ataques, cuando un «increíble nivel de amenazas se recogían por nuestros servicios de inteligencia, que apuntaban a que un atentado espectacular era inminente».