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Un informe elaborado por la comisión que investiga el 11-S acusa al FBI de incapacidad y falta de recursos para evitar los atentados terroristas.

Reno dijo que «ya hacia 1998 comprendimos que Al Qaeda era una amenaza terrible para este país y que debíamos hacer todo lo posible para estar preparados».

Durante una década el FBI no respondió de manera adecuada a las crecientes amenazas terroristas contra EE UU, según se desprende de los testimonios de ayer ante la comisión.

El ex director del FBI Louis Freeh reconoció ante la comisión que esa agencia no asignó los fondos ni el personal especializado para lidiar con el terroristas.

Freeh, designado en 1993 por el entonces presidente Clinton, estuvo en el cargo casi ocho años. El ex director del FBI y la ex secretaria de Justicia Janet Reno prestaron testimonio ante la comisión.

Freeh declaró que en 2000, cuando se estudiaron las medidas de protección para las Olimpiadas de Atlanta, las fuerzas de seguridad tuvieron en cuenta la posibilidad de que los terroristas usaran aviones cargados con explosivos para atacar objetivos dentro de EE UU.

Personal técnico de la comisión divulgó al comienzo de la audiencia pública una evaluación de la acción del FBI al que describió en septiembre de 2001 como «limitado en su recolección de información y capacidades de análisis estratégicos».

Según ese informe, en septiembre de 2001 «unos 1.300 agentes, esto es alrededor del 6 por ciento del personal del FBI, estaba asignado a la lucha contra el terrorismo». Freeh recordó que entonces el FBI tenía asignado aproximadamente el 2 por ciento de los fondos aprobados por el Congreso para la lucha contra el terrorismo.