«Disculpas del Gobierno italiano por apoyar la ocupación, retirada
de las tropas del país, puesta en libertad todos los iraquíes
detenidos -en especial los religiosos- y negociar directamente con
ellos», dijo uno de los captores. Las imágenes mostraban a los
cuatro rehenes sentados en el suelo, con los pasaportes en la mano,
mientras una cámara de vídeo recorría la estancia, una habitación
oscura, con las paredes desnudas, y algunos ordenadores portátiles
sobre una mesa.
Sus declaraciones se produjeron horas antes de que la agencia de
televisión francesa CAPA denunciara el secuestro, el pasado
domingo, de su enviado especial en Irak, Alexandre Jordanov. Por
otra parte, tres empleados rusos y cinco ucranianos de una compañía
especializada en el campo energético fueron liberados ayer en
Bagdad después de ser secuestrados el domingo por la noche.
Entretanto, un grupo suní asumió ayer la autoría del secuestro
de cuatro italianos miembros de un empresa de seguridad, en un
momento en el que ha crecido considerablemente la sensación de
inseguridad entre la colonia extranjera que reside en el país
árabe. En una cinta de vídeo divulgada por el canal de televisión
qatarí Al Yazira, las «Brigadas de los Muyahidin», el mismo grupo
que se responsabilizó de la captura hace seis días de los tres
civiles japoneses, estableció cuatro condiciones para poner en
libertad a los ciudadanos italianos.
Las «Brigadas de los Muyahidin», un grupo desconocido hasta la
fecha, se responsabilizó la semana pasada del secuestro de tres
civiles japoneses, a los que ha amenazado con ejecutar si el
Gobierno nipón no cumple unas condiciones parecidas. Otros tres
periodistas checos están en paradero desconocido desde el domingo
por la mañana, sin que hasta el momento nadie haya reivindicado su
secuestro.
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