Rantisi fue trasladado al hospital en estado muy grave.

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El líder del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), Abdel Aziz Rantisi, fue asesinado ayer por Israel en un ataque aéreo que también costó la vida a dos de sus guardaespaldas, entre ellos su hijo Muhamad. La tercera víctima ha sido identificada como Akram Nassar, de 35 años, y en el bombardeo resultaron heridas otras cinco personas, todas ellas viandantes.

La última víctima de esa política fue el líder espiritual del movimiento, el parapléjico jeque Ahmed Yasín, quien el pasado 22 de marzo sucumbió a dos cohetes israelíes a la salida de una mezquita, en un ataque en el que murieron otras ocho personas.

Rantisi, de 57 años, circulaba con sus escoltas por una céntrica calle del barrio Shej Raduán de Gaza capital, cuando dos cohetes disparados por helicópteros israelíes Apache hicieron impacto en su coche Subaru. Los dos guardaespaldas murieron en el lugar, mientras que Rantisi ingresó en el quirófano del hospital Shifa de Gaza en estado crítico. Los médicos certificaron su muerte cinco minutos después del ataque aéreo.

El coche calcinado aún permanecía anoche en las proximidades de su casa, aunque el líder islámico vivía en la clandestinidad desde que el pasado junio Israel trató de asesinarlo, por primera vez, dentro de una casi incesante política de «asesinatos selectivos» contra los líderes islámicos en Gaza.

Tres días después del asesinato de éste último, el Consejo Islámico del Hamás proclamó a Abdel Aziz Rantisi líder del movimiento en los territorios palestinos, mientras Jaled Mashal conservaba su liderazgo desde el exilio.

Rantisi, pediatra de profesión, casado y padre de seis hijos, pertenecía a la línea dura del movimiento y se había opuesto siempre a cualquier acuerdo diplomático con Israel.

Entretanto, en el lugar del suceso miles de jóvenes palestinos pedían esta noche venganza por el asesinato de su líder, mientras otros rezaban por su alma. «Esta sangre no será en vano. Este es nuestro destino en Hamas y de todos los palestinos, morir como mártires», dijo Ismail Haníe en el hospital Shifa. Y agregó: «No debilitará nuestra determinación ni romperá nuestros anhelos. Israel lo va a lamentar, la venganza está cerca».