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EFE-VARSOVIA
Marek Belka asumió ayer formalmente las riendas del Gobierno provisional polaco, veinticuatro horas después del ingreso del país en la UE y tras la dimisión del debilitado ejecutivo socialdemócrata de Leszek Miller.

Belka dijo que sus dos grandes objetivos en la política exterior serán lograr el acuerdo final sobre la Constitución de la Unión Europea y cumplir la misión en Irak.

El gobierno del primer ministro polaco, dimitió en pleno, un día después del ingreso de este país en la UE, en cuyo empeño perdió el Ejecutivo la mayoría parlamentaria, apoyo popular y se enfrentaba a una serie de escándalos.

Miller presentó oficialmente su dimisión ante el presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, quien tras aceptarla nombró para el cargo de primer ministro provisional al tecnócrata Marek Belka.

«Nuestra principal tarea será reducir el paro, esa desgracia que azota a tanta gente y la hace infeliz», dijo Belka -ex ministro de Finanzas- en la ceremonia de su nombramiento. «Nos esforzaremos por conseguir una ayuda máxima de la Unión Europea y porque el dinero así recibido sea gastado allí donde hace más falta», añadió.

«En los próximos días presentaré la lista de asuntos de mayor urgencia partiendo siempre de la premisa de que el Estado está para servir a los ciudadanos y no para ser servido por ellos».

Belka no ha heredado de Miller una Polonia sumida en el caos económico, por el contrario, si logra el apoyo del Parlamento su gobierno, el décimo desde que Polonia recuperó la democracia en 1989, podrá recoger los frutos de un crecimiento económico que ya se acerca al 6 por ciento del Producto Interior Bruto.