Esta es una de las principales conclusiones que el presidente
del instituto emisor, Jean-Claude Trichet, subrayó ayer sobre la
reunión celebrada por el consejo de gobierno de la entidad en
Helsinki a la vista del rápido aumento de los precios del crudo en
las últimas semanas.
Sin embargo, Trichet aseguró que este aumento, que puede
disparar la inflación en la eurozona por encima del 2 por ciento
con carácter pasajero, no supone un riesgo para la estabilidad de
los precios a medio plazo. El banquero subrayó que la subida del
petróleo y de otras materias primas «supone un riego en horizontes
cortos, mientras que los persistentes desequilibrios globales
implican incertidumbre a corto plazo». Sobre la inflación en la
zona euro, Trichet adelantó que este indicador mostrará cierta
volatilidad a corto plazo en los próximos meses, tal como ya había
amonestado el BCE en meses pasados y recordó que los precios
subieron en el área un 2 por ciento en abril, tres décimas más
respecto al mes anterior.
La entidad emisora mantuvo ayer los intereses en el 2,0 por
ciento, el mínimo histórico para los doce países del euro, que está
vigente desde junio pasado. Algunos analistas creen que ya no
aplicará más cambios en su política monetaria hasta bien entrado
2005.
Trichet repitió el llamamiento hecho en abril a los países
productores de petróleo para que asuman su responsabilidad y no
impidan la recuperación económica mundial, después de que el precio
de referencia del Brent alcanzara esta semana los 37 dólares por
barril, la mayor cota desde 1990. «Está claro que los precios el
petróleo ejercen una influencia sobre la inflación que son muy
volátiles, pero ya veremos qué pasa».
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