Las diferencias entre EE UU y el Reino Unido sobre el futuro de sus
tropas en Irak quedaron ayer temporalmente aparcadas después de que
el primer ministro británico, Tony Blair, matizara las condiciones
del traspaso de soberanía.
Blair aseguró que su Ejecutivo y el de Bush, «coinciden
totalmente» en que la «transferencia de soberanía al pueblo iraquí
-prevista para el 30 de junio- debe ser total».
No obstante, el primer ministro aseguró que las fuerzas
extranjeras permanecerán en Irak con el consentimiento del futuro
Gobierno interino iraquí, que tendrá capacidad de tomar «decisiones
estratégicas», pero no militares.
Blair matizó así unas declaraciones que efectuó el martes en las
que sostenía que, tras el traspaso de soberanía, el nuevo Gobierno
iraquí tendrá el «control total» de la fuerza multinacional en el
país y sugirió que podría, además, vetar las acciones militares de
la coalición.
El «premier» británico aclaró ayer que no hay duda alguna de que
las tropas del Reino Unido permanecerán bajo el mando de oficiales
británicos, mientras que las «fuerzas de coalición seguirán a las
órdenes del mando estadounidense».
Blair hizo estas declaraciones después de que el secretario de
Estado de EE UU, Colin Powell, le replicara que las fuerzas de EE
UU en Irak seguirán bajo el mando de su país y harán «lo que haga
falta para protegerse», aunque sea en contra de la opinión de las
nuevas autoridades iraquíes.
Mientras, The New York Times afirmaba que los abusos físicos y
las muertes de detenidos en Irak y Afganistán, debido a los
maltratos cometidos por soldados estadounidenses, han sido más
extensos que los vejámenes en la polémica cárcel de Abu Ghraib.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.