Bush, Ahern y Prodi durante la rueda de prensa que ofrecieron al terminar la cumbre.

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EFE-IRLANDA
La Unión Europea (UE) apoyó ayer al presidente de EE UU, George W. Bush, en su acción en Irak y en el entrenamiento de las nuevas fuerzas armadas de ese país, aunque le pidió respeto de las convenciones internacionales.

En la primera etapa de su viaje a Europa antes de participar en la reunión de la OTAN en Estambul el próximo lunes Bush consiguió de los europeos una pequeña victoria, ya que en una declaración conjunta la UE esta apoyó el «entrenamiento y equipamiento de unas fuerzas de seguridad profesionales».

Pero en el texto se evita mencionar que sea la OTAN quien deba prestar esa formación, como había pedido a la Alianza esta semana el primer ministro iraquí, Iyad Alaui y se insiste en que en Irak habrá que respetar las convenciones de Ginebra.

Esta última mención parece un toque de atención de los europeos a EE UU por el escándalo de las torturas a presos iraquíes por parte de tropas estadounidenses pero aún así, Bush aprovechó esta ocasión para dar por terminadas las diferencias con la UE a propósito de la intervención en Irak.

La reunión de la UE y Estados Unidos, la primera después de la reciente ampliación comunitaria, se celebró con excepcionales medidas de seguridad en Irlanda, país que tradicionalmente ha recibido a los presidentes estadounidenses con una calidez que se echó esta vez en falta.

Varios miles de personas se manifestaron contra la visita de Bush en varias ciudades aunque no hubo incidentes graves durante las 18 horas que duró la visita.