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EFE-KALANDIA
Dos palestinos han resultado muertos y cerca de una veintena de israelíes y palestinos heridos, en un atentado con bomba perpetrado por las Brigadas de Al-Aqsa en un puesto de control militar entre Jerusalén y Ramala.

Antes de regresar, el terrorista decidió detonar la carga por control remoto cuando vio que una patrulla militar levantaba el bolso, aunque no se percató al parecer de la presencia de los palestinos.

El ataque ocurrió a primera hora de la tarde en un retén militar al sur del paso fronterizo de Kalandia, por donde a diario pasan miles de palestinos para dirigirse bien a Ramala (al norte) o a Jerusalén (al sur).

El atentado fue obra de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, miliciana vinculada al movimiento Al-Fatah de Yaser Arafat. El líder de esa milicia en Jenín, Zakaria Zubeidi, asumió el ataque y dijo que el bolso fue abandonado por un terrorista suicida que se dirigía a Jerusalén.

El suicida decidió volver sobre sus pasos tras descubrir que la Policía y el Ejército israelíes estaban ya en estado de alerta desde el mediodía y esperando su llegada, explicó la fuente.

«Sentimos lo que ha ocurrido y expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas, no teníamos intención de que muriera gente (palestinos)», afirmó Zubeidi, de 28 años de edad. Según el miliciano, el atentado tenía por objeto vengar la muerte de un dirigente de las Brigadas el mes pasado a manos del Ejército israelí. Las víctimas mortales han sido identificadas como Salah Abu Snena, de 60 años y residente en Hebrón, y Ayed Mustafa, de 45 años y natural de Mazara Anubani.