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El presidente George W. Bush anunciará la semana próxima la retirada en Europa y Asia de entre 70.000 y 100.000 soldados estadounidenses, en la mayor reestructuración militar desde el final de la Guerra Fría.

«Estamos reconfigurando nuestra fuerza militar para enfrentar las amenazas del siglo XXI de una manera que sea considerada para los soldados y adecuada para las familias militares», dijo el informante al Post.

El anuncio lo hará Bush en un discurso ante la convención anual de la asociación de Veteranos de Guerras Extranjeras, una organización con 2,6 millones de miembros que se reúne desde el lunes en Cincinnati, Ohio.

El Ejército de Estados Unidos, que tiene en filas a poco más de 500.000 soldados, tiene actualmente casi 369.000 de ellos apostados en misiones en ultramar.

En Europa y en Japón, EEUU ha tenido una presencia militar desde el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y esa presencia se extendió a Corea del Sur desde el conflicto en esa península a comienzos de la década de 1950.

El jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, ha impulsado desde enero de 2001 una reestructuración de las fuerzas armadas de Estados Unidos que tiene dos aspectos: cambios en la ubicación de las tropas de EEUU en el mundo, y una reconfiguración de esas fuerzas para la creación de unidades más integradas y de desplazamiento más rápido. El diario The Washington Post indicó ayer que un «funcionario de alta jerarquía involucrado en la planificación» de los cambios, al que no identifica, dijo que de Europa serían retirados unos 60.000 de los 125.000 soldados allí apostados y otros 30.000 serían retirados del este de Asia.

La doctrina oficial de Rumsfeld es que EEUU no necesita muchos soldados más que los que tiene, pero sí necesita instruirlos y equiparlos de forma distinta, y apostarlos en el mundo para operaciones más rápidas y flexibles contra el «terrorismo».

El candidato Demócrata Kerry, por su parte, sostiene que el Pentágono debe pedir al Congreso un incremento del contingente autorizado para el Ejército, y que los desplazamientos de tropas a ultramar deben hacerse con soldados profesionales sin recurrir tanto, como se hace ahora, a los reservistas. Desde que en septiembre de 2001 el Gobierno de Bush anunció una «guerra global contra el terrorismo», EE UU ha despachado contingentes militares a sitios donde nunca antes había habido tropas de este país, como las otrora repúblicas soviéticas del centro de Asia. Hay unos 5.100 soldados estadounidenses en la ex Yugoslavia, otros 1.600 en Filipinas, 160.000 en el Golfo, en su mayoría en Irak, y casi 20.000 en Afganistán.