Más de 200 personas murieron ayer en el asalto a la escuela de
Beslán en una operación que, según explicaron las autoridades
rusas, fue forzada por los acontecimientos. «Ha ocurrido una
tragedia. No lo esperábamos», confesó Aslanbek Aslajánov,
representante del Kremlin para Chechenia, quien por la mañana había
llegado a Beslán para negociar con el comando terrorista que desde
el miércoles retenía en una escuela a varios centenares de
personas. Reforzó sus palabras con el temor de que el número de
víctimas mortales supere las 150 personas, mientras el número de
heridos asciende a 646, 227 de ellos niños. Asjajánov, quien
también es consejero del presidente ruso, comunicó que los
terroristas tenían en su poder a unas 1.200 personas, el 70 por
ciento de las cuales eran niños, frente a los 354 que se habían
anunciado en un principio.
«No planificábamos realizar ningún tipo de operaciones con el
empleo de la fuerza. Teníamos previsto continuar las negociaciones
para lograr la liberación por medios pacíficos», aseguró el jefe
del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB) de Osetia del
Norte, Valeri Andréyev.Sus palabras fueron confirmadas más tarde
por una rehén que fue testigo directo de los acontecimientos que
desembocaron en la masacre de la escuela de Beslán. «Los
terroristas habían colgado varias bombas al techo con cinta
adhesiva. Una de ellas se desprendió, la bomba cayó y detonó». La
mujer, de unos 30 años, presentaba un gran corte en la nuca y
sangraba profusamente mientras contaba que «sonaron una tras otra
dos potentes explosiones, del edificio empezaron a salir corriendo
los rehenes y los terroristas abrieron fuego contra ellos».
En medio del tiroteo y las explosiones, mujeres y niños
semidesnudos huían despavoridos de la escuela convertida en un
infierno. Para minimizar las víctimas entre los niños, contra los
que estaban disparando los secuestradores, abrieron fuego las
fuerzas de Seguridad que rodeaban la escuela e irrumpieron en el
interior. También Aslajánov insistió en que «no se planeaba el
asalto» del colegio y la entrada de las fuerzas de seguridad en el
edificio fue para proteger la vida de los rehenes. La improvisación
con la que se actuó en aquel momento se refleja en que muchas horas
después aún continuaban los combates entre las fuerzas de Seguridad
y los restos del comando terrorista.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.