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EFE-IRAK
Al menos 28 personas murieron en distintos episodios de violencia registrados ayer en el norte de Irak, mientras toda Francia aguardaba expectante la liberación de los rehenes.

La nueva policía iraquí volvió a ser blanco de la violencia, con un atentado contra una academia de policía que dejó 17 muertos en la ciudad de Kirkuk, unos 300 kilómetros al norte de Bagdad. El atentado fue perpetrado por un suicida que hizo detonar un coche cargado de explosivos cuando había decenas de hombres esperando su turno para inscribirse como agentes de policía en esta ciudad, una de las más difíciles de Irak por la conflictiva convivencia de árabes suníes, kurdos, turcomanos, cristianos y yazidíes. El atentado de Kirkuk se suma a los violentos enfrentamientos registrados esta mañana en Tel Afar, localidad próxima a Mosul, a unos 150 kilómetros al noroeste de Kirkuk, protagonizados por tropas estadounidenses y fuerzas de la resistencia.

Las tropas norteamericanas han hecho uso de la aviación para bombardear barrios de la localidad desde los que supuestamente procedían los ataques, y en total el saldo de víctimas es de once muertos y más de cuarenta heridos, todos ellos iraquíes.

Por otra parte, un grupo denominado «Movimiento de la Resistencia Islámica-Brigadas Neeman» anunció ayer en vídeo difundido por la cadena de televisión Al Arabiya el secuestro de un camionero turco, al que amenazó con decapitarlo en dos días, si las empresas turca y kuwaití para las que trabaja no cesaban sus actividades en Irak y dejaban de transportar mercancías para las «infieles tropas de ocupación».

Además, el grupo radical iraquí que mantiene secuestrados en Irak a los dos periodistas franceses, pidió una «fatua» (dictamen islámico) a Osama Bin Laden para decidir qué hacer con los rehenes.