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FRANCE PRESS-SEÚL
Una potente y misteriosa explosión ocurrida el jueves en Corea del Norte y dada a conocer ayer disparó el temor a que el régimen de Pyongyang pudiera haber puesto en marcha pruebas nucleares, extremo que fue negado por fuentes oficiales surcoreanas y estadounidenses.

Fue tal la confusión generada por este suceso, sobre el que el régimen norcoreano no ha informado aún, que el propio secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, se pronunció al respecto: Pyongyang «no realizó una prueba (nuclear) según nuestro mejor saber y entender», dijo.

En todo caso, la extraña explosión se produce en un momento en el que se multiplican los esfuerzos diplomáticos para rescatar las conversaciones a seis -EEUU, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur- sobre el programa nuclear norcoreano, cuya próxima ronda está prevista a finales de este mes en Bejing.

Fuentes diplomáticas chinas y surcoreanas anunciaron que una gran explosión acompañada de una columna de humo negro y con una onda expansiva de un radio de tres kilómetros se produjo en el condado de Kimhyongjik, cerca de la frontera china, el jueves. Dado el habitual silencio de Pyongyang, el régimen más aislado y cerrado informativamente del mundo, y la forma de hongo de la columna de humo, pronto surgió la preocupación de una posible acción nuclear.

La explosión se produjo el 9 de septiembre, el mismo día en que Corea del Norte conmemoró el 56 aniversario de su creación. Washington se mostró «bastante seguro» de que las aspiraciones nucleares norcoreanas no estaban tras la explosión, aunque otros países como Reino Unido se mostraron más cautos y pidieron a Pyongyang una «explicación urgente», según indicó la agencia británica Press Association.