Aunque al principio corrió el rumor de que podrían pertenecer a
ciudadanos occidentales, el mando militar estadounidense en Bagdad
anunció por la tarde que todo apuntaba a que eran árabes.
La policía iraquí reveló que al menos dos de los muertos
presentaban tatuajes en sus cuerpos, al parecer todos de varones,
que estaban escritos en árabe y turco. Los tres tenían las manos
atadas a la espalda y estaban metidos en sendas bolsas de
nailon.
«Era difícil reconocer los cuerpos de las víctimas, que fueron
asesinadas hacía tiempo», dijo el teniente coronel Hamid Ahmed,
oficial de la Policía iraquí. Al menos cuatro rehenes occidentales,
dos ciudadanas italianas y dos periodistas franceses permanecen
secuestrados por grupos radicales en Irak, y desde hace días no se
tiene noticias de su estado paradero.
Desde que en abril comenzara la denominada crisis de los
rehenes, más de un centenar de ciudadanos extranjeros de más de
veinte nacionalidades han sido secuestrados en Irak, algunos de los
cuales han sido liberados, otros permanecen en poder de sus
captores y varios han sido asesinados.
Mientras, el repunte de la violencia es particularmente
sangriento en la región rebelde de Al-Anbar, al oeste de la
capital, donde se encuentran las ciudades de Faluya y Ramadi. Al
menos diez personas, de las 17 fallecidas, murieron ayer en los
enfrentamientos que por tercer día consecutivo libran en esta
última localidad grupos de insurgentes y fuerzas
estadounidenses.
El mando militar norteamericano reconoció ayer que uno de los
marines del Primer Cuerpo Expedicionario murió el martes en combate
en la referida provincia, aunque sin precisar el lugar. Con esta
muerte, asciende a 1.019 la cifra de uniformados de EEUU fallecidos
en Irak desde que en marzo de 2003 comenzara la invasión y
posterior invasión de este país.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.