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Las escuelas de la ciudad noroesta de Beslán, escenario de la toma de rehenes que el pasado día 3 se cobró cerca de 350 vidas, comenzaron ayer el año escolar con poca asistencia y fuerte emotividad, informaron las autoridades de Osetia del Norte. La jefa del departamento regional de Educación, Zarena Burgálova, dijo a la agencia Interfax que ayer comenzaron a funcionar los seis colegios con que cuenta Beslán tras la destrucción de la escuela número 1, atacada hace dos semanas por un comando terrorista.

«Los niños vinieron vestidos de gala, con flores. La verdad es que la asistencia fue de poco más de un tercio del alumnado, pues el anuncio del comienzo de las clases fue hecho ayer (el martes) por la tarde», dijo la fuente. Las autoridades de Beslán tenían previsto reanudar las clases el martes, pero sólo en la noche de ese día las fuerzas de seguridad concluyeron los registros de los establecimientos educativos.

Burgálova indicó que todas las escuelas de Beslán y de otras ciudades de Osetia del Norte han sido dotadas de protección policial las veinticuatro horas del día. El pasado 1 de septiembre, cuando se celebraba la fiesta del comienzo del año escolar, una treintena de terroristas presuntamente chechenes capturó a cerca de 1.200 rehenes, más de la mitad de ellos niños, en la escuela número 1. Los terroristas exigieron la independencia de Chechenia como condición para liberar a sus cautivos. El secuestro concluyó 52 horas después con una masacre cuando, según la versión oficial rusa, se produjo una explosión accidental en el gimnasio donde los terroristas retenían a sus rehenes.

La detonación hizo saltar los cristales de la sala y muchos niños comenzaron a huir por las ventanas. Los secuestradores, según la versión oficial, creyeron que las fuerzas de seguridad habían lanzado un asalto y detonaron otras cargas explosivas.