Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo.

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EUROPA PRESS-BRUSELAS
Con un tono de indignación, pero aumentando el tono de la disputa entre las dos instituciones, los socialistas dan así una nueva oportunidad a Barroso para que rectifique la composición del equipo que debe entrar en funciones el 1 de noviembre. Shultz aconsejó ayer al presidente designado de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que modifique el reparto de carteras que ha establecido, puesto que la comisión parlamentaria de Libertades pública rechazó al italiano para el desempeño de ese cargo debido a sus comentarios machistas y antihomosexuales.

El pulso con la futura Comisión Europea tomó así fuerza con esta nueva actitud de los socialistas, quienes ya votaron en su mayoría contra la investidura de Durao Barroso antes del verano. La situación se complica además porque ésta es la primera vez en la historia de la Unión que una comisión parlamentaria veta a un candidato a comisario.

El responsable socialista decidió ayer comparecer ante la prensa después de ver que Barroso ha seguido asegurando que Buttiglione es la persona perfecta para sustituir a Antonio Vitorino, sin importarle que la Conferencia de Presidentes de grupos parlamentarios le pidiera que analizara las cartas de evaluación redactadas por la Eurocámara para cada uno de los candidatos, una de las cuales veta al italiano.

«Buttiglione ha dicho cosas que permiten temer que el papel de la Comisión Europea en la aceptación de la homosexualidad o el papel de la mujer en la sociedad iría en retroceso respecto a lo logrado. Con Buttiglione habrá marcha atrás», aseguró Shultz. «La forma en que el presidente de la Comisión gestiona el problema dice mucho de la forma en que tratará al Parlamento Europeo», reflexionó Shultz, y es «inaceptable» la forma en que Barroso ha gestionado el caso Buttiglione.

El responsable del Grupo socialista se mostró así muy molesto por la actitud que ha mantenido Durao Barroso, al que reprochó no haber tenido siquiera la deferencia de ponerse en contacto con la Eurocámara al conocer los problemas que han surgido y, en cambio, se ha manifestado libremente ante la prensa.

Aunque aseguró que su Grupo no podrá votar a favor del Colegio de comisarios en este estado, Shultz reconoció que todavía no está formando mayorías para lograr la censura sobre el mismo. El pleno del Parlamento Europeo deberá votar al conjunto de la Comisión Barroso el próximo 27 de octubre en Estrasburgo.

Shultz se negó a especular sobre la solución exacta del problema (cambios de carteras, modificación de las atribuciones de la cartera para sacar la parte de Libertades públicas del mandato de Buttiglione...). Sin embargo, reconoció que si el italiano decidiera dimitir, ello podría contribuir suavizar la situación entre las dos instituciones.

Sin embargo, el portavoz del candidato a comisario Justicia y Libertades Públicas, Walter Guarracino, afirmó que el ex ministro italiano «nunca ha pensado en dimitir», corrigiendo las interpretaciones dadas en una entrevista concedida ayer a la emisora británica BBC. «Creo que es mejor para el Parlamento Europeo y para Europa tener un hombre de conciencia, pero si me van a discriminar por católico, prefiero ser un católico», había declarado el aspirante a comisario.