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NAMIR SOBHI-BAGDAD
El atentado más grave tuvo lugar en Ramadi (100 kilómetros al oeste de Bagdad), donde 16 policías resultaron muertos al explotar un coche bomba junto a una base militar que sirve de centro de entrenamiento policial. El suicida hizo explotar el coche cuando los policías hacían fila para recibir las armas antes de comenzar las patrullas mañaneras, y dejó además más de cincuenta heridos.

Por otra parte, sigue sin conocerse la identidad del dirigente de «Monoteísmo y Guerra Santa» -el grupo que encabeza el prófugo jordano Abu Musab al Zarqaui- que las tropas estadounidenses dijeron haber capturado en la madrugada de ayer en Faluya, 50 kilómetros al oeste de Bagdad. Los portavoces militares no ofrecieron datos sobre su identidad ni nacionalidad, y solo dijeron que había sido capturado junto a cinco personas más.

Horas después, cuatro agentes de la Guardia Nacional cayeron muertos en la localidad de El Eshaqi (unos 70 kilómetros al norte de Bagdad, cerca de la ciudad de Samarra), cuando un suicida empotró un coche bomba contra un control de carreteras. El suicida condujo el coche hasta el control y, cuando estaba junto a los agentes encargados de inspeccionar los vehículos, detonó la carga que llevaba.

En Mosul, dos chóferes turcos murieron ayer al ser atacado un convoy de camiones de aprovisionamiento para las tropas estadounidenses. Otros dos chóferes turcos resultaron igualmente heridos tras el ataque. También en Bagdad se produjo un atentado con morteros contra las cercanías de la Zona Verde, el recinto que alberga la embajada de EEUU y las principales instituciones del Gobierno iraquí. Pese a que los morteros no causaron víctimas dentro de la Zona Verde sí dejaron un muerto y dos heridos en una vivienda particular en el barrio de Yadriya, contiguo a la Zona Verde.