El PP auguró ayer dificultades en las relaciones entre España y
EEUU tras la reelección de George Bush, con quien el presidente del
Gobierno hablará próximamente, mientras que el embajador
norteamericano en Madrid abogó por favorecer una «mejor
comunicación» entre ambos países. El ex presidente del Gobierno
José María Aznar afirmó que la victoria de George Bush «abre un
tiempo de esperanza» para la comunidad internacional y advirtió de
que «los gestos de antiamericanismo primario y la hostilidad sin
motivo pondrán más difíciles las cosas a aquellos dirigentes que se
han dejado llevar por esa corriente».
El embajador de EEUU en España, George L. Argyros, ha afirmado que
su país y España «pueden mejorar sus relaciones y esperamos que sea
así», para lo cual hay que favorecer una «mejor comunicación» entre
ambos Estados y aprovechar los «intereses comunes» que les unen.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, señaló en Bruselas, donde
participó en la reunión del Partido Popular Europeo, que la actitud
de José Luis Rodríguez Zapatero de «importunar» a la Administración
Bush y darle «patadas en la espinilla» en asuntos «absurdos».
Por su parte, Aznar analizó la victoria de Bush en un artículo
publicado en el «Wall Street Journal» en el que aseguró que el
mundo tiene ahora «una oportunidad clara» para defender «la
libertad por encima de todo». «Algunos pensaban que la mayoría iba
a pronunciarse ahora en contra de la decisión de ir a Afganistán y
a Irak para impedir que la amenaza siguiera creciendo. La tentación
de la comodidad es poderosa. Nuestras democracias están poco
preparadas para la realidad por la que están amenazadas, y para
enfrentarse con un enemigo tan difuso como osado y letal», sostuvo
Aznar.
El jefe del Gobierno envió el jueves un telegrama de
felicitación al presidente Bush e hizo una llamada telefónica a la
Casa Blanca, que será respondida por Bush en la ronda de
agradecimientos a los líderes de otros países que tiene previsto
realizar tras su victoria, según informaron ayer fuentes del
Ejecutivo. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, defendió ayer que
las relaciones entre España y EEUU, que son países «amigos y
aliados».
Durante la presentación en Madrid del libro «Diccionario de
Terrorismo», de José María Benegas, Alfonso Guerra atacó a aquellos
gobiernos que, para encarar el terrorismo, no diseñan estrategias
que poco a poco den fruto, sino que lo utilizan «como instrumento
para lograr sus objetivos políticos». Así es como Guerra calificó
la estrategia de Bush, de quien dijo que «tras el terrible atentado
de Nueva York del 11 de septiembre, creyó encontrar un mecanismo
perfecto para limitar las libertades de los ciudadanos, para
agredir a otros países bajo la máscara de la lucha contra el
terrorismo, para financiar a los grupos económicos cercanos y hasta
para ganar unas elecciones».
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