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Dos veteranos de la vieja guardia de Al Fatah, Ahmed Qurea (Abú Alá) y Mahmud Abas (Abu Mazen), han asumido la mayoría de las funciones de Gobierno tras el fallecimiento de Yaser Arafat, si bien el cargo de presidente interino de la ANP lo ocupa un político casi desconocido, Rauhi Fatuh.

Hasta entonces, Fatuh ocupará el cargo de forma simbólica, ya que será el primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abú Alá), de 69 años, quien gobierne la ANP. La única diferencia, en su caso, es que ha recibido las atribuciones en los asuntos de seguridad y de la economía palestina que Arafat le negó durante los últimos meses.

Al triunvirato que hereda a Arafat en Cisjordania y Gaza se suma desde Túnez el jefe del Departamento Político de la OLP, Faruk Kadumi, que encabeza ya el movimiento Al Fatah.

De acuerdo con la Ley palestina, tras la muerte del presidente de la ANP, el presidente del Consejo Legislativo Palestino (Parlamento), Rauhi Fatuh, se ha convertido en su sucesor durante 60 días, un período de tiempo en el que se preparará la convocatoria de elecciones presidenciales.

Fatuh, que ayer juró su cargo frente a una fotografía de Yaser Arafat, es un hombre de la que hasta ahora era la «esfera presidencial», pero que carece de talla política y que llegado al cargo de presidente por accidente.

Visiblemente emocionado, Fatuh rememoró la vida de Arafat a través de sus batallas «desde Karame hasta Beirut y como último eslabón la de la Mukata».

La dirección palestina ha asegurado que en el plazo de 60 días convocará el proceso electoral, aunque en la práctica la situación de ocupación militar por Israel, que declaró el estado de alerta máxima y el bloqueo a Cisjordania y Gaza, podría convertirse en un obstáculo.

Esas nuevas atribuciones, ya aprobadas por la dirección palestina, le dan el control sobre todos los cuerpos de seguridad, que la comunidad internacional exige que sean reducidos a tres.

Pero el hombre fuerte en la política palestina será Mahmud Abas, de 69 años y quien fue elegido por el Comité Ejecutivo de la OLP como su presidente. Abas deberá entrar en los zapatos de un Arafat que ocupó esa función desde 1969 y en la que consiguió eliminar cualquier foco de oposición.

Como principal artífice de los acuerdos de Oslo y por sus fluidos contactos con la izquierda israelí desde 1970 y con Occidente, se ha ganado la reputación de «moderado» en la OLP y en Israel. Israel ve en el «dúo de los Abús» una esperanza para retomar el abandonado proceso de paz.