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El primer ministro, Ariel Sharon, manifestó ayer que los «recientes eventos», refiriéndose a la muerte de Yaser Arafat, pueden traer un «cambio histórico a Oriente Medio».

«Espero que los palestinos se repongan rápidamente (del luto) y podamos reanudar las negociaciones con ellos», dijo el primer ministro. Y agregó: «Pero mientras no se pueda, Israel seguirá adelante con la desconexión tal y como ha sido definida en nuestros planes».

En su primera reacción tras la muerte de Arafat, Sharon llamó «a la nueva dirección palestina a acabar con el terrorismo que opera desde su territorio» y dijo que espera que un nuevo y responsable liderato surja en la era post-Arafat. «Espero que el nuevo liderazgo entienda que el progreso en nuestras relaciones y la resolución de los problemas depende en primer lugar del cese del terrorismo, y en los esfuerzos serios y reales para combatir el terrorismo actuando en sus territorios».

Ariel Sharon también anunció la posibilidad de reanudar las negociaciones de paz si hay una nueva dirección palestina responsable, según indicó en unas declaraciones difundidas por la radio pública israelí.

«Si, después del final de la era Arafat, emerge otra dirección seria, responsable, que cumple con sus compromisos conforme a la 'Hoja de ruta' (...), las condiciones estarán reunidas para coordinar con esta dirección diferentes opciones e incluso restablecer con ella las negociaciones políticas», declaró Sharon.

La aplicación del llamado «plan de desconexión» unilateral de los palestinos, que establece la retirada de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos en el norte de Cisjordania, está prevista para 2005. Sin embargo, en las últimas horas, y tras el fallecimiento de Arafat, la izquierda pacifista israelí, y algunos derechistas como Benjamín Netanyahu -éste último por motivos diametralmente opuestos a los primeros-, ha solicitado a Ariel Sharon que espere con su plan unilateral, a fin de sondear la posibilidad de reanudar el estancado proceso de paz.

El Gobierno israelí reconoció ayer que ve una «oportunidad histórica» en la muerte de Arafat para restablecer el diálogo con los palestinos.

«Si después de la era Arafat surge un nuevo liderazgo que cumpla los compromisos en la Hoja de ruta -es decir, el cese del terrorismo, el desmantelamiento de las organizaciones armadas y la aplicación de reformas- se creará una ventana de oportunidades para renovar las negociaciones», explicó Sharon en Tel Aviv.

El ministro israelí de Justicia, Yosef (Tomy) Lapid, por su parte, declaró que «odia, aunque no personalmente» al fallecido líder palestino por «la muerte de israelíes y por impedir el avance del proceso de paz», estancado desde hace cuatro años.

El presidente del Estado de Israel, Moshé Katsav, manifestó que espera que tras la muerte de Arafat, «los palestinos se recuperen de su aflicción y escogerán una nueva dirección capaz de actuar en su beneficio».