La violencia en Mosul crece mientras EE UU intenta acabar con la resistencia en la ciudad iraquí.

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JAVIER MARTÍN-SHARM EL SHEIJ
Una ambiciosa agenda lastrada, sin embargo, por la aguda fricción que divide a los participantes, todavía enfrentados por la invasión y posterior ocupación del rico país petrolero árabe, orquestada por EEUU en marzo de 2003. La Unión Europea, la ONU, Estados Unidos, los países vecinos de Irak, el G-8, la Liga Arabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) llegan al citado balneario en la costa del mar Rojo con la loable intención de ayudar al pueblo iraquí, pero también dispuestos a defender sus propios intereses.

«La conferencia debe servir para relanzar el proceso político y reafirmar la validez del calendario previsto para la transición», declaró un portavoz de la avanzadilla diplomática francesa llegada a Sharm el Sheij. El carácter temporal del despliegue militar internacional en Irak ya fue mencionado en la resolución 1546 de la ONU, emitida el pasado junio y relativa a la transición en Irak, tras una dura batalla diplomática entre Francia y EEUU.

Una disputa que ya ha dado muestras de su grado de enconamiento durante las reuniones previas celebradas para confeccionar el borrador del comunicado final de catorce puntos que se pretende aprobar mañana. En el aspecto político, Francia espera que la reunión de Sharm el Sheij sirva para reafirmar el «carácter temporal» de la presencia militar extranjera en Irak y ambiciona que se fije una fecha límite para el fin de la ocupación, probablemente diciembre de 2005.

Sin embargo, no está aún claro si el documento final incluirá una mención explícita a la fecha de diciembre de 2005 como límite a la presencia militar extranjera en Irak como desean el Gobierno de París y muchos socios árabes, con el anfitrión, Egipto, a la cabeza.