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EUROPA PRESS-BRUSELAS
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea suspendieron ayer las sanciones diplomáticas contra Cuba establecidas desde junio de 2003 tras la mayor oleada de detenciones de disidentes de la historia castrista, con el fin de lograr resultados tangibles en materia política y económica, derechos humanos y cooperación. No obstante, estas medidas serán revisadas antes de julio de 2005, a la luz de los desarrollos hacia el pluralismo democrático y el respeto de los derechos humanos en Cuba.

De hecho, en el transcurso de las visitas de alto nivel que se produzcan, la situación de los derechos humanos y la posición de los disidentes deberán ser evocadas con el Gobierno cubano y la sociedad civil, prevé el texto acordado por los ministros europeos. El primero en viajar a La Habana será muy probablemente el comisario europeo de Cooperación y Ayuda Humanitaria, el belga Louis Michel, a finales de marzo.

La decisión es el resultado de siete meses de negociaciones por iniciativa del Gobierno de España, que desde el verano viene defendiendo la necesidad de restablecer el contacto con las autoridades cubanas, en un proceso paralelo con la intensificación de los contactos políticos con la disidencia.

El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, se mostró satisfecho por el resultado, logrado por unanimidad, a la espera de poder mantener de ahora en adelante una relación más eficaz, permanente y fluida con las autoridades cubanas. A su juicio, este paso muestra que se equivocaban los que decían que el gobierno socialista estaba solo en Europa en esta cuestión. No estábamos tan solos. Se ha aprobado por unanimidad, subrayó, a la vez que mostraba mucha satisfacción después de muchos meses de trabajo.

En este sentido, España defendió modificar el status quo respecto a la isla en la UE, que llevó a la congelación de las relaciones diplomáticas, debido a la falta de eficacia de la ausencia de diálogo. La UE tiene que caminar de manera unánime. Es la voluntad de todos», dijo.