Uno de los ataques suicidas en la zona chií de Bagdad. Un soldado iraquí mira el autobús devastado.

Uno de los ataques suicidas en la zona chií de Bagdad. Un soldado iraquí mira el autobús devastado.

20/02/05 0:00
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FRANCE PRESS-BAGDAD
Una ola de atentados terroristas perpetrados ayer por insurgentes en diferentes puntos de la geografía iraquí terminó con la vida de cerca de 50 personas, entre ellas un soldado estadounidense, e hirió a varias decenas, según aseguró un funcionario del Ministerio iraquí de Defensa, mientras cientos de miles de feligreses chiíes celebraban la fiesta religiosa de la Ashura.

Estos ataques suicidas tuvieron lugar un día después de que al menos 36 personas fallecieran en una serie de explosiones. Los atentados de ayer, coincidiendo con la Ashura, se registraron a pesar de un aumento de las medidas de seguridad en todo el país para prevenir el derramamiento de sangre del pasado año, cuando más de 180 personas fueron asesinadas.

Los insurgentes dejaron un reguero de sangre con una cadena interminable de ataques en la que se sirvieron de comandos suicidas, milicianos y proyectiles de mortero, indicó el capitán Sabá Yassin, un funcionario del Ministerio de Defensa.

Uno de los atentados más letales fue el de un kamikaze que hizo estallar un automóvil cargado con explosivos contra un puesto de control del Ejército iraquí en Latifiya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad. En la acción murieron nueve soldados iraquíes, informó Yassin.

La Ashura era considerada este año como un objetivo para los insurgentes sunníes, después de que la comunidad chií obtuviera la mayoría en las elecciones celebradas el pasado 30 de enero. La Ashura conmemora la muerte hace catorce siglos del imán Hussein, nieto del profeta Mahoma, lo que ahondó las diferencias entre chiíes y sunníes.