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Israel excarceló ayer a 500 prisioneros palestinos en «un gesto de buena voluntad» con su presidente Mahmud Abbás, pero este paso hacia la paz puede quedar ensombrecido, pues Sharón también seguirá con la construcción del llamado «muro de seguridad».

Los otros 400 serán puestos en libertad dentro de tres meses. En el caso de éstos, un comité mixto palestino-israelí negociará a cuáles de los reclusos han de incluirse en la segunda tanda. La liberación de estos presos sigue a dos importantes decisiones del Poder Ejecutivo israelí, que el pasado domingo aprobó definitivamente: la evacuación del territorio de Gaza a partir del 20 de julio tras 38 años de ocupación, y también continuar con la edificación del «muro de seguridad» en tierras palestinas de Cisjordania. Por otra parte, los colonos judíos quieren impedir su evacuación de Gaza. La mayoría de los colonos adultos residentes en el bloque de los asentamientos de Gush Katif, en el sur del territorio palestino de Gaza, están armados, y pueden valerse de sus armas para resistir su desalojo en julio próximo.

Todos los liberados han tenido que comprometerse por medio de una declaración jurada a que no volverán al camino de la violencia. Unos 200 de los excarcelados habían cumplido dos tercios del castigo que les impusieron cortes militares y los tribunales israelíes.

Entre los excarcelados, primera tanda de un total de 900 que recuperarán su libertad, no se han incluido prisioneros «con sangre en las manos», esto es, que hubieran causado muertos o heridos.

Esa valla, que tendrá unos 660 kilómetros de sur a norte, seguirá levantándose según un nuevo trazado, por orden de la Corte Suprema de Justicia, para reducir los daños que ocasionará a centenares de miles de palestinos, y que se completará hasta fines de este año.

Así lo informa ayer el diario Yediot Aharonot, un día después de que el Consejo de Ministros de Israel, presidido por Ariel Sharón, aprobase por 17 votos contra 5 el «plan de desconexión» de la franja de Gaza, esto es, el desmantelamiento de 21 asentamientos judíos, y otros cuatro del norte de Cisjordania. Al menos, 3.300 adultos, la mayoría padres de familia que tendrán que evacuar sus hogares y establecerse en el territorio de Israel portan armas.