Alemania y Francia cambian las reglas de convergencia de los países de la UE

El ministro alemán de Finanzas Hans Eichel junto a su homólogo francés Thierry Breton.

22/03/05 0:00

JOSÉ MANUEL SANZ-BRUSELAS
Los ministros de Finanzas de la UE fueron capaces de darle un giro fundamental al llamado Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) del euro, considerado piedra angular de la disciplina fiscal dentro de la unión económica y monetaria. Sin modificar sus valores «ancla» inscritos en el Tratado -del 3% del PIB para el déficit público y el 60% para la deuda-, y sin dejar de poner énfasis en la «estabilidad», los Veinticinco han conseguido introducir en el Pacto «aclaraciones» que pretenden asegurar su compatibilidad futura con unas políticas orientadas prioritariamente hacia el «crecimiento».

El segundo acto de ese giro de la UE hacia el crecimiento lo protagonizarán este miércoles los gobernantes comunitarios cuando «reorienten» en Bruselas las prioridades de la «agenda de Lisboa», cuyo fracaso todo el mundo reconoce ya a cinco años de la meta final. El rigor en la aplicación ciega del límite del 3 por ciento llevó en 2003 al entonces presidente de la Comisión Europea Romano Prodi a calificar de «estúpido» el Pacto, antes incluso de que Alemania y Francia se negaran a ser sancionados por sus déficit excesivos y abrieran la crisis que ha desembocado en esta reforma. Desde el punto de vista de la política económica, la decisión más trascendental del Consejo Europeo de primavera que comenzará hoy será la aprobación de una resolución de seis folios, en la que se fijan los principios para la «mejora de la aplicación» del Pacto de estabilidad y crecimiento. «El objetivo no es aumentar la rigidez o la flexibilidad de las actuales reglas, sino hacerlas más eficaces», se lee en el informe del Consejo Europeo aprobado anoche unánimemente por los ministros de Finanzas.

Pero lo cierto es que, casi ocho años después de su adopción en la cumbre de Amsterdam de junio de 1997, y con un lustro de accidentado rodaje, los líderes comunitarios han optado por suavizar de manera casi general las disposiciones «correctivas» del Pacto.