Bush, con el informe en sus manos, durante la reunión con la comisión presidencial sobre el potencial militar.

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La comisión presidencial que examinó los informes de armamento en Irak afirmó ayer que el Gobierno de EEUU estuvo «totalmente equivocado» en casi todas sus evaluaciones sobre el arsenal iraquí en tiempos del presidente Sadam Husein.

En respuesta, el presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó que es necesario un «cambio fundamental» en las agencias de espionaje para responder a la amenaza del terrorismo, lo que a su juicio es la conclusión fundamental de un informe sobre el asunto.

El informe gubernamental, que fue presentado oficialmente ayer en la Casa Blanca y filtrado horas antes a los medios de comunicación, asegura que EEUU también sabe poco ahora sobre los programas de armamento de otras naciones bajo sospecha del Gobierno del presidente George W. Bush, como Irán o Corea del Norte.

En este contexto, la Comisión recomienda que haya cambios sustanciales en la operación de los servicios de espionaje estadounidenses.

El presidente Bush designó esa comisión hace un año para que estudiara por qué las agencias de espionaje y los servicios de inteligencia de EEUU informaron, erróneamente, de que el Gobierno de Sadam Husein poseía o estaba desarrollando armamento químico, biológico y radiactivo.

La comisión indica que los mismos fallos que ocurrieron en la evaluación del arsenal iraquí «siguen siendo comunes» en lo que se refiere a la evaluación de los programas de armamento de países como Irán y Corea del Norte.

El Gobierno de Bush justificó su decisión de invadir Irak en marzo de 2003 con la afirmación de que ese país supuestamente poseía armas de destrucción masiva, lo que lo convertía en una amenaza inmediata para sus vecinos y para EEUU.

La comisión, encabezada por el juez Laurence Silberman y el ex gobernador de Virginia Charles Robb, indicó que debe haber cambios profundos y amplios en los servicios de espionaje que los hagan capaces de desarrollar planes a largo plazo.

«Necesitamos agencias de inteligencia que estén realmente integradas, que tengan más imaginación y estén dispuestas a correr riesgos, y sean abiertas a una nueva generación y receptivas a las nuevas tecnologías», señala el informe.

La versión del informe que se divulgó ayer no es completa y guarda en secreto los detalles de cómo los servicios de espionaje de EEUU obtienen su información sobre Irán y Corea del Norte.

Mientras, los conflictos se repiten en Irak, donde al menos doce iraquíes, incluidos dos soldados y cuatro policías, murieron ayer en dos atentados con coches bomba en el norte de Irak, mientras los partidos continúan su negociación para formar un Gobierno y evitar una crisis política.

Por su parte, el Ejército estadounidense informó de la muerte de dos de sus soldados en ataques insurgentes, uno el miércoles en una carretera de Al Qaim, en la frontera con Siria; y otro ayer por la mañana en Bagdad.

Los grupos rebeldes comenzaron sus acciones ayer con un atentado suicida con coche bomba en la zona de Tuz Jarmut, que causó la muerte de dos soldados y a tres civiles iraquíes. Según fuentes policiales y hospitalarias, otros dieciséis iraquíes, incluidos diez uniformados, resultaron heridos en el ataque a un puesto de control del Ejército.