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EFE-RIAD
Al menos siete personas han perdido la vida en las más de 24 horas que duraba ya ayer el cerco de un grupo de radicales islámicos en Al Ras, al noroeste de Riad, según el recuento último gubernamental, que no cifra los muertos en las filas policiales.

De acuerdo con el texto, divulgado por el Ministerio del Interior a la caída de la tarde de ayer, todas las víctimas mortales serían extremistas religiosos, lo que desmiente versiones anteriores de servicios de seguridad que cifraron en nueve los fallecidos, entre ellos un miembro de las fuerzas del orden.

En el documento oficial se reconoce, no obstante, que «varios» policías han tenido que ser hospitalizados tras resultar heridos en los enfrentamientos, que anoche continuaban debido a que al menos cinco radicales seguían resistiendo en el inmueble donde se han hecho fuertes desde el domingo.

Aunque en el comunicado no se precisa el número de heridos, medios de comunicación árabes los cifran en unos cuarenta desde el inicio de los tiroteos a primera hora del domingo en esa pequeña ciudad del interior saudí, situada a 450 kilómetros de Riad.

La televisión saudí mostró imágenes de numerosos vehículos militares y ambulancias, así como un gran número de miembros de fuerzas de seguridad, rodeando el lugar. Ante la continuación del intercambio de disparos, las autoridades han optado por desalojar varias viviendas de los alrededores, incluidas varias escuelas.

Los medios saudíes señalan ayer que fue un «soplo» el que condujo al descubrimiento de los presuntos terroristas en un edificio en construcción, pero pese a llegar por sorpresa a su escondrijo, los rebeldes, descritos por fuentes policiales como «muy bien entrenados», consiguieron repeler el asalto y refugiarse en un inmueble próximo.