Un millón de fieles pasaron ayer por la capilla ardiente de Juan
Pablo II, colocada ante el altar mayor de la basílica de San Pedro,
informó el Vaticano. En el primer día de capilla ardiente, abierta
por la tarde, pasaron por la misma 400.000 personas y ayer las
expectativas eran de 600.000, según los datos facilitados por la
Protección Civil italiana. Hoy se espera que desfilen ante los
restos mortales del Pontífice otras 600.000 personas.
El ritmo al que avanzan las filas disminuyó ayer con respecto a la
pasada noche, cuando procedía con solemnidad y bastante lentitud, y
el tiempo para acceder a la capilla ardiente se ha estabilizado en
torno a las cuatro horas, frente a las seis iniciales.
La explanada vaticana y sus alrededores continúan invadidos por
un auténtico alud de fieles desde que el lunes se abrieran las
puertas del templo para la esperada masiva despedida. En una ancha
fila de proporciones kilométricas, a la basílica más grande de la
Cristiandad entran cerca de 300 personas por minuto, lo que
representa casi 20.000 por cada hora y unas cerca de medio millón
al día, según todas las estimaciones.
La larga espera culmina con un paso rápido ante el cadáver del
Papa, sin que sea posible detenerse, aunque sí está permitido
fotografiarle. En medio de estrechas medidas de seguridad al río de
gente que discurre por la Vía de la Conciliación, la avenida que
une Roma con el Vaticano, se suman cada hora miles de personas,
muchas de ellas recién llegadas desde otras ciudades italianas o el
extranjero.
Para encauzar las filas, las autoridades han colocado un
recorrido vallado sobre el que mantienen un estrecho control,
mientras que grupos de voluntarios reparten botellines de agua
entre quienes esperan para evitar la deshidratación. En la zona
están desplegados 3.000 policías y carabineros (policía
militarizada), mientras que en otras áreas de la ciudad, como
estaciones y vías principales, la seguridad se ha estrechado con un
millar de efectivos más.
En la entrada a la Basílica se ha reforzado la vigilancia con
120 policías vestidos de paisano, que se relevan cada seis horas y
controlan que no haya incidentes entre la cansada multitud. Por los
altavoces se emite música solemne, interrumpida de tanto en tanto
por plegarias en latín, mientras varias pantallas gigantes
colocadas a lo largo de la Vía de la Conciliación muestran la
capilla ardiente.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.