Miles de ciudadanos acusaron a Gutiérrez de «dictador» y exigieron
su renuncia, al tiempo que protestaban contra la clase política al
grito de «que se vayan todos». La decisión de los mandos militares
se produjo después de que al menos tres personas murieran en Quito,
entre ellas un fotógrafo de prensa chileno asfixiado por los gases
lacrimógenos utilizados por la Policía para reprimir las protestas
populares. Los otros dos fallecidos fueron una mujer y un joven
muertos en accidentes relacionados con las movilizaciones
políticas.
Palacio, que hasta el miércoles era vicepresidente y que juró el
cargo de presidente en los locales donde se había reunido el
Parlamento para destituir al anterior gobernante, Lucio Gutiérrez,
y designarle sucesor, inició el acto con la firma de los decretos
de nombramiento de los ministros de su gabinete. Tras la firma, los
nuevos ministros, que según ha anunciado el propio presidente no
son políticos, sino técnicos y funcionarios, juraron sus cargos
ante el gobernante, en un acto al que asisten unos 150 invitados,
entre ellos los miembros del alto mando de las Fuerzas Armadas. Los
militares ecuatorianos facilitaron ayer la destitución de Gutiérrez
al retirarle la confianza después de una semana de protestas
populares en Quito contra el gobernante.
El Parlamento, reunido en un local alterno, decidió entonces,
por 60 votos de los 62 diputados presentes, de un total de 100 que
componen la Cámara, destituir a Gutiérrez por «abandono del cargo»
y designar sucesor al hasta entonces vicepresidente Palacio.
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