El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer, con la abstención
del Grupo socialista y el voto en contra de la izquierda, un
informe en el que condena el súbito cambio de estrategia del
Consejo de ministros de la UE respecto a Cuba y la suspensión de
las sanciones establecidos contra La Habana en marzo de 2003 por la
oleada de detenciones de disidentes.
Los socialistas ya habían anunciado que se abstendrían si no
salían adelante las enmiendas que, por una parte, pretendían
eliminar la crítica a la nueva actitud del Consejo de la UE en
relación con Cuba, promovida por el gobierno de Rodríguez Zapatero.
Por otra, su línea roja era eliminar una mención a torturas y
matanzas en Venezuela. Los populares, con el voto de los liberales,
se impusieron en una votación que se saldó con 251 votos a favor,
64 en contra y 255 abstenciones.
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