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NAMIR SOBHI-BAGDAD
El Ejército iraquí y el estadounidense han emprendido una contraofensiva y han acabado con más de ochenta presuntos insurgentes, después de una semana de ataques repetidos de los rebeldes que han costado la vida a más de 300 personas.

La nueva ofensiva militar norteamericana se produce después de que la insurgencia intensificara su campaña de violencia en todo Irak y matara a unas 300 personas, incluidos militares de EEUU y policías iraquíes, tras la formación del nuevo Gobierno, el pasado 28 de abril.

En la operación militar, lanzada desde el domingo contra focos de combatientes extranjeros e iraquíes en la provincia de Al Anbar, que ocupa el tercio oeste del país, las tropas norteamericanas mataron a 75 presuntos rebeldes.

La nota también precisa que las muertes se registraron en las primeras 24 horas de la ofensiva, y que algunos de los insurgentes que perdieron la vida son extranjeros, sin que se precise su nacionalidad.

La campaña bélica se desarrolla en una zona desértica situada al norte del río Eufrates de Al Anbar, provincia considerada uno de los principales feudos de los grupos insurgentes iraquíes.

El domingo, el Ejército estadounidense anunció que mató a otros seis insurgentes y detuvo a un total de 54 más durante una campaña similar en la ciudad de Al Qaim, próxima a la frontera siria. Sin embargo, la actividad de los grupos rebeldes no parece menguar, y ayer seis policías iraquíes murieron y nueve personas resultaron heridas por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida en el sudoeste de Bagdad. Asimismo, la policía iraquí encontró los cadáveres de ocho civiles presuntamente asesinados por grupos insurgentes en un área situada al sur de Bagdad. Asimismo, fuentes castrenses norteamericanas informaron que la noche del domingo siete militares estadounidenses han muerto en diferentes ataques y atentados perpetrados.

Y en medio de estos episodios de violencia, el nuevo Gobierno iraquí prestó juramento por segunda vez ante el Parlamento, un día después de que la cámara aprobara la lista completa del gabinete tras cubrir las cinco carteras vacantes. Por otra parte el Gobierno de Tokio confirmó el secuestro de un ciudadano japonés, que ha reivindicado horas antes el grupo terrorista Ansar al Sunna, informaron fuentes oficiales.