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El banco español BBVA y sus socios italianos, la aseguradora Generali y el empresario Diego della Valle, superaron ayer el escollo de la asamblea de accionistas, ya que consiguieron aprobar las cuentas de 2004 y ganaron la votación que les permite tener mayoría en el Consejo de Administración. La asamblea de ayer constató las profundas diferencias entre el bloque representado por el BBVA y sus aliados frente al grupo de empresarios italianos que, encabezados por Francesco Caltagirone, rechazan la gestión de los anteriores y la oferta pública de compra del banco romano lanzada por la entidad española a finales de marzo.

Entre medias el ambiente se ha enrarecido con declaraciones cruzadas, ya que los de Caltagirone han insinuado que el BBVA y sus socios recurrían a pactos secretos para incrementar sus apoyos, mientras que Diego della Valle acusaba directamente al gobernador del Banco de Italia de estar detrás de una operación para hacer fracasar la OPA del banco español.

Los empresarios opositores, agrupados en el llamado «contra-pacto», renunciaron a acudir a la primera convocatoria de la asamblea, hace tres semanas, con la esperanza de ganar aliados e incrementar su respaldo con vistas a la renovación del Consejo de Administración.

La renovación del Consejo se presentaba como la gran batalla y, en las primeras horas de la asamblea el clima fue más tenso aún con diferentes interrupciones y consultas jurídicas sobre diferentes aspectos. El 2,6 por ciento del capital no pudo estar representado por defecto de forma en la presentación de la documentación, mientras a mitad de asamblea despuntaba un pacto desconocido de la corriente de Caltagirone con Banca Popolare di Lodi.