Zapatero, con François Hollande y Pierre Mauroy, durante un mitin por el 'sí'.

Zapatero, con François Hollande y Pierre Mauroy, durante un mitin por el 'sí'.

EfeParís28/05/05 0:00
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El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, instó ayer a los franceses a apoyar la Constitución europea para que la UE no entre en «vía muerta» y aseguró que España ha aumentado su crecimiento económico desde el apoyo dado en referéndum al texto constitucional. Zapatero intervino en el cierre de campaña de los socialistas franceses celebrado en Lille, en el que el líder del PSF, François Hollande, dijo que la política es «bella y simple» con el dirigente español al que calificó como «el jefe del Gobierno más a la izquierda en Europa».

Dos actos que compartieron inicio mediante pantallas gigantes situadas en ambos y desde las que se pudieron seguir las intervenciones respectivas, entre ellas la del jefe del Ejecutivo español. Zapatero fue recibido con gritos de «¡bravo!» y numerosos aplausos a los que respondió desde el escenario con repetidos gestos con el puño cerrado y el pulgar levantado en señal de confianza ante el resultado del referéndum del domingo.

Si Zapatero asistía al acto de Lille, el canciller alemán, Gerhard Schröder, acudía a otro en Toulouse en apoyo del «sí» en la consulta que Francia celebrará el domingo.

En su primera alocución, que pudo seguirse simultáneamente desde Toulouse, defendió en francés el «sí» a Europa de España, de Francia y de toda la izquierda europea, y cuando empezó a hablar en español, se escucharon varios gritos procedentes del público en los que se pedía la libertad para el dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi.

Los gritos provenían de un grupo de cuatro personas que portaban una ikurriña y que fueron desalojadas e identificadas mientras que Zapatero proseguía su intervención, en la que consideró Europa como un sinónimo de paz, libertad, democracia y solidaridad. Aseguró que «Europa necesita a Francia, necesita su ilusión, su cultura, su fuerza y su impulso» y defendió el papel de la izquierda en el futuro de la UE, al tiempo que hacía un rápido balance de su gestión al frente del Gobierno español en la que fueron especialmente aplaudidas sus referencias a la apuesta por la paz y la igualdad de derechos.