«De momento desconocemos los motivos y quiénes han sido los
autores, pero lo que está claro es que el objetivo de las bombas es
alterar la situación en la región», apuntó el jefe de la policía.
Estos dos atentados tuvieron lugar menos de un mes después de que
el comandante del grupo paramilitar musulmán «Yihad», Ustadz Adnal
Artad, y el líder cristiano de la región central de Célebes, el
reverendo Renaldi Damanik, reiteraran su compromiso de poner fin a
las hostilidades entre las dos comunidades.
Los médicos del hospital indicaron que poco después de las dos
explosiones recibieron al menos 27 cadáveres y atendieron a unos 40
heridos, entre ellos dos policías. El jefe de la comisaría regional
de policía, el general Arianto Sutadi, señaló que la segunda bomba
fue de mayor potencia, y precisó que ambas, una de ellas colocada
cerca de un puesto de vigilancia policial, contenían un material
«altamente explosivo».
Los líderes de las comunidades musulmana y cristiana firmaron a
finales de 2001 en la ciudad de Poso, a unos 60 kilómetros al norte
de Tentena. En enero la policía se incautó de unas 60 bombas
caseras en una vivienda de Poso, en cuyos alrededores hubo varios
campos de entrenamiento de «muyahidines» destinados a engrosar las
filas de la red terrorista internacional Al Qaeda, y del
considerado su brazo en el Sudeste Asiático, la Yemaa Islamiya.
Todo apunta a que este grupo es el autor del doble atentado.
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