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SERGIO IMBERT-RUSIA
Mijail Jodorkovski, otrora el hombre más próspero de Rusia fue condenado a nueve años de prisión, pero no se da por vencido y en un emotivo mensaje político anunció que continuará su lucha en los ámbitos judicial y social.

«El tribunal decidió mandarme a un campo de trabajo a pesar de las pruebas evidentes sobre mi inocencia», dijo el fundador del emporio petrolero privado Yukos, ahora casi arruinado por el Estado, tras escuchar el fallo del tribunal Meschanski de Moscú.

«Me han echado de la 'movida' oligárquica, pero he ganado nuevos amigos, estoy con mi pueblo y juntos lucharemos por el futuro de Rusia», agregó.

Después de año y medio de prisión preventiva, once meses de juicio y doce días de lectura de la sentencia, la corte declaró a Jodorkovski y a Platón Lébedev, ex director financiero de Yukos, culpables de los delitos económicos de los que eran acusados de forma retroactiva.

Ambos rechazaron todos los cargos, que tampoco fueron confirmados por ninguno de los más de 80 testigos interrogados en el proceso, acusado de tener un trasfondo político y de marcar un nuevo reparto de la propiedad por parte del clan gobernante.

Jodorkovski, de 41 años, cuya fortuna personal se ha reducido de 15.000 a 2.000 millones de dólares en los últimos 18 meses, en su última palabra había insistido en su inocencia y acusó al Kremlin de orquestar una campaña de «acoso y derribo» contra él y su compañía.

Desde que Jodorkovski fue detenido el 25 de octubre de 2003, la la capitalización de Yukos se redujo de 35.791 millones a 1.208 millones de dólares, y el Estado ruso se ha vendido a sí mismo por presuntas deudas su mayor filial extractora, Yuganskneftegaz.