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PACO G. PAZ-WASHINGTON
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, volverá a ser investigado por el escándalo del programa humanitario para Irak, tras surgir nuevos indicios de que pudo haber mediado a favor de una empresa suiza en la que trabajó su hijo.

«El secretario general no tiene ninguna constancia de esta reunión. Ni la recuerda, ni aparece en los registros del viaje a París», ciudad en la que Annan participó en una cumbre de países francófonos, dijo ayer el portavoz de las Naciones Unidas, Fred Eckhard. «Es más, el secretario general ni siquiera sabía en aquel momento que Cotecna aspiraba a un contrato de la ONU», insistió el portavoz.

Hace tan sólo tres meses, el comité independiente que él mismo nombró para esclarecer si hubo corrupción en Irak le exoneró de cualquier mala conducta, por no haber hallado pruebas de que hubiese favorecido a Cotecna en la adjudicación de un contrato millonario.

Sin embargo, las referencias contenidas en un correo electrónico acerca de una reunión, desconocida hasta ahora, celebraba en 1998 en París para hablar del contrato, han motivado la reapertura de la investigación, ante las nuevas sospechas de tráfico de influencias.

Sin embargo, tan sólo una semana después de aquella presunta reunión, «Cotecna» recibió en 1998 un jugoso contrato de más de 60 millones de dólares (10 millones de dólares anuales) para supervisar la entrada de mercancías en Irak bajo el programa humanitario «Petróleo por alimentos».