La Comisión Europea presentó su propuesta para las negociaciones de
adhesión con Turquía en la que mantiene la fecha del próximo 3 de
octubre para la apertura de ese proceso, sobre el que advierte que
no garantiza de antemano la integración.
Los comisarios mantuvieron un «debate sustancial y político»
sobre los términos del plan negociador, y en particular, sobre cómo
definir la meta de las negociaciones y sus posibles resultados. Al
final se impuso la tesis de que la propuesta, que aún precisa la
aprobación de los veinticinco Estados miembros de la UE, se ciña
estrictamente a las líneas directrices acordadas por los jefes de
Estado y de Gobierno el pasado diciembre, cuando se fechó la
apertura de negociaciones para el 3 de octubre.
Así, la propuesta señala que «el objetivo común de las
negociaciones es la adhesión», pero que éstas constituyen «un
proceso de final abierto cuyo resultado no puede ser garantizado de
antemano».
Afirma también que si el país candidato «no está en condiciones
de asumir por entero todas las obligaciones de la adhesión, deberá
garantizarse que Turquía queda plenamente anclada en las
estructuras europeas mediante un vínculo lo más fuerte posible» El
Ejecutivo comunitario también se circunscribió a las líneas
directrices acordadas por los líderes europeos, al contemplar la
posibilidad de activar un «freno de emergencia» a las negociaciones
si se constata que Turquía «viola de manera grave y persistente los
principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos
y de las libertades fundamentales y del Estado de Derecho».
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