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MARCOS JÀVEGA
El ataque terrorista sobre Londres pilló desprevenidos a los turistas británicos que llenan las playas de Calvià. Mientras por la mañana estallaban una serie de bombas en los servicios de transporte público del Reino Unido, ellos se daban su habitual baño de sol. A medida que se enteraron por los medios de comunicación, la noticia corrió de boca en boca. A mediodía, casi todos los turistas británicos estaban informados.

Un matrimonio natural de Nottingham que bebía cerveza en un bar se enteró de la noticia a través de Ultima Hora. La mujer, Heather, se quedó consternada. Su marido, Andy, la tranquilizó y alivió la tensión comentando las ventajas que tiene no vivir en la capital inglesa. Andy no tiene dudas respecto al motivo del atentado: «es por la guerra de Irak. Londres era un objetivo del terrorismo desde hace más de un año».

El resto de entrevistados ya conocían el suceso. Los pocos que contaban con algún conocido en Londres ya se habían encargado de llamarlos. Ninguno de los turistas que descansaba en la playa conocía a alguna víctima de la catástrofe, ni consideraba que debía interrumpir sus vacaciones estivales. Si algún turista sospechaba que podía tener un familiar o amigo afectado, no iba a estar tranquilamente tumbado en la arena. Aún así, el ambiente era de calma tensa.

Gerri Wiemshurst, que trabaja en un salón de belleza londinense, era una de las más informadas. Ya había hablado con todos sus conocidos, por lo que se mostró relajada. No dudó en señalar culpables: «Probablemente el autor de los atentados es Al Qaeda. Creo que, aunque debían de tenerlo preparado con antelación, la fecha no es casual. Han elegido el día después de que se conociera que Londres iba a organizar los Juegos Olímpicos de 2012». Joseph McCarg, profesor escocés, añadió que también había que buscar el motivo del atentado en la cumbre del G-8 que se está celebrando en su país. Muchos de los turistas ingleses que llegaron ayer a Son Sant Joan lucían caras consternadas y apenas querían hablar.