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PACO G. PAZ-NUEVA YORK
El último informe sobre la mala gestión del programa «Petróleo por Alimentos» lanza duras críticas contra el secretario general de la ONU, Kofi Annan, por no haber puesto freno a la corrupción y el fraude en su aplicación en Irak. Fruto de esta falta de supervisión, además de la dejadez del Consejo de Seguridad, se multiplicaron los casos de corrupción entre los altos funcionarios de la ONU.

A partir de esta idea, se generó un cúmulo de circunstancias que acabaron por crear una extensa red de corruptelas, especialmente por la incapacidad de la ONU de controlar un programa de tan increíble tamaño, pues movió 64.000 millones en la venta de crudo y 39.000 millones en la compra de alimentos.

Además, se permitió que el ex dictador Sadam Husein se embolsara 10.800 millones de dólares gracias al contrabando de crudo fuera del control del programa humanitario. Así consta en un voluminoso informe -casi mil páginas- que el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU Paul Volcker entregó ayer al Consejo de Seguridad con las conclusiones de más de un año de investigaciones.

El programa humanitario fue ideado para que Irak, en los años más duros del embargo impuesto tras la invasión de Kuwait, pudiera vender petróleo a cambio de comprar bienes de primera necesidad, y poder así suministrar alimentos a la mayor parte de la población.

Para los investigadores, el secretario general, como máximo responsable de la organización, es el culpable de que «no se hayan cumplido los estándares que la organización de las Naciones Unidas debe luchar por mantener», aunque el informe no ve evidencias de que interfierera en los procesos de contratación. Entre los errores cometidos cita el haber delegado la responsabilidad de manera poco clara en la vicesecretaria general Louise Frechette y el no haber reaccionado ante las denuncias de abusos por parte de Irak.

Ayer Annan asumió su parte de responsabilidad en los errores de gestión, e instó a los países miembros a reformar el organismo mundial. «Como máximo administrador de la ONU, asumo la responsabilidad de los fallos que se han revelado, tanto en la implementación del programa como en el funcionamiento del Secretariado», dijo Annan.

No obstante, Annan se mostró satisfecho de que los investigadores no hayan encontrado indicios, tras una larga investigación, de que hubiera favorecido a la empresa donde trabajaba su hijo Kojo, Cotecna, que recibió un contrato millonario para supervisar la entrada de mercancías en Irak. Según informó ayer el 'Financial Times', Kojo recibió 750.000 dólares en una cuenta suiza.