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Las causas de la muerte del presidente palestino Yaser Arafat, el pasado 11 de noviembre en el hospital militar Percy de París, son un misterio y ahora, además del envenenamiento o de una infección, se apunta la posibilidad de que padeciera sida, informó ayer el diario Haaretz.

Los médicos se limitan a indicar que la causa última del deceso fue una hemorragia cerebral masiva pero, agregan en el documento, que «el resultado de una discusión entre expertos muestra que es imposible precisar una causa que pueda explicar la combinación de síntomas que llevaron a la muerte del paciente».

Esta hipótesis aparece en el libro «La séptima guerra», redactado por los periodistas Amós Harel, del diario Haaretz, y Avi Isajárov, corresponsal de asuntos palestinos de la radio pública, que aparecerá la semana próxima en hebreo.

El diario señala que el informe médico, entregado a la viuda de Arafat, Suha, y al ministro palestino de Exteriores Naser al Quidua, sobrino de Arafat, no disipa el misterio en torno de las causas que produjeron la muerte del líder palestino a los 75 años.

El rotativo de Tel Aviv señala que en el libro, el doctor personal de Arafat, Ashraf al-Kurdi, dice conocer a médicos franceses que le confiaron haber hallado el virus del sida en la sangre del líder palestino, pero se niega a proporcionar a los autores los nombres. Según Al-Kurdi, el virus del sida le fue inyectado a Arafat para ocultar las huellas de un envenenamiento, la causa de su muerte.

También dos coroneles palestinos, el actual ministro de Asuntos Civiles de la ANP, Mohamed Dahlán, y Mohamed Yibril, asesor del presidente Mahmud Abás en asuntos de seguridad, dijeron a los periodistas estar convencidos de que Israel lo envenenó. Yibril y Dahlán coincidieron en informar a los autores de que Arafat no tomaba precauciones y que pudo ser fácilmente envenenado.