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El Gobierno colombiano está a la espera de una respuesta de la guerrilla de las FARC a su propuesta de celebrar reuniones en un pueblo del suroeste, con garantías de seguridad, en busca de un acuerdo para la liberación de los secuestrados.

El alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, concretó el jueves la propuesta, consultada con los familiares de los cautivos y anticipada por una emisora local.

El Gobierno colombiano ha propuesto conversar en una fase de diez días con delegados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la escuela de Bolo Azul, una zona rural de Pradera (departamento del Valle del Cauca a 480 kilómetros al suroeste de Bogotá).

Pradera es uno de los dos pueblos que desde finales de 2004 las FARC piden desmilitarizar para hablar de la liberación de cerca de sesenta políticos, soldados y policías y tres estadounidenses que tiene cautivos.

El grupo rebelde aspira a intercambiar a estos rehenes por aproximadamente quinientos guerrilleros presos, pero las FARC y el Ejecutivo no han podido ponerse de acuerdo en casi tres años sobre este «acuerdo humanitario».

Entre los secuestrados se encuentran la ex candidata presidencial independiente Ingrid Betancourt, seis ex congresistas, doce diputados regionales del Valle del Cauca y grupos de soldados y policías que en algunos casos llevan hasta siete años secuestrados.

También figuran en la lista de «canjeables» tres contratistas estadounidenses secuestrados en febrero de 2003 al ser derribada por las FARC la avioneta en la que espiaban cultivos ilegales en el sur del país.

Restrepo precisó que Pradera responde a las características de un sitio de encuentro «con las garantías de seguridad para la definición de un acuerdo humanitario».