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EFE-VARSOVIA
Los polacos optaron en las urnas por el cambio y decidieron entregar el poder al centroderecha, encarnada por el partido conservador «Ley y Justicia» (PiS) y por los liberales de la Plataforma Cívica (PO), según los sondeos. A falta de resultados oficiales, que debían ser dados a conocer de forma parcial la pasada madrugada, los sondeos a pie de urna realizados para la televisión pública TVP atribuyen a PiS el 27,8% de los votos y 163 escaños y a PO el 24,1% y 142 escaños.

«Hay que felicitar a la joven dirección de SLD, porque ha sacado a la agrupación del agujero negro en que se encontraba y ha sabido devolver la esperanza a sus partidarios», señaló Kwasniewski.

Si esos resultados se confirman, las dos agrupaciones, que prevén gobernar en coalición, carecerán de la mayoría suficiente para cambiar la Constitución, que era el objetivo. «Me siento satisfecho de que no hayan conseguido esa mayoría, porque deberíamos esperar hasta que la Carta Magna cumpla su décimo aniversario para modificarla, tras un profundo estudio, sin prisas», declaró el presidente Aleksander Kwasniewski.

La segunda sorpresa de las urnas fue la tercera posición conquistada por la Alianza de la ex comunista Izquierda Democrática (SLD), con el 11,2% de los votos y 49 escaños, a la que muchos sondeos pronosticaban la desaparición del Parlamento al no superar la barrera mínima indispensable del 5%.

En el futuro Parlamento polaco también tendrá entrada la populista «Autodefensa» (Samoobrona) con el 10,4% de los votos y 47 escaños, la católica y nacionalista Liga de las Familias Polacas (LPR), asimismo con el 10,4% y el Partido Campesino Polaco (PSL) con el 5,9% y 22 escaños.