«Esperemos que esto se solucione en las próximas horas»,
indicaron fuentes militares. Con todos sus pertrechos, y por
indicación de las autoridades militares paquistaníes, los soldados,
a su llegada, se instalaron en la terminal, después repartieron las
raciones y el agua que traen de España y se dedicaron a esperar
sentados o de pie la orden de ponerse en marcha hacia la región de
Cachemira.
Poco después de que llegara el avión, el general español de
brigada Bautís Otero, jefe del contingente terrestre de las tropas
de la OTAN, se trasladó a Islamabad, la capital de país, con otros
oficiales de Plana Mayor para preparar el despliegue.
«Mañana (hoy) mantendrán una reunión entre el Ato Estado Mayor
paquistaní y el Alto Mando de la OTAN para determinar el lugar
exacto donde se efectuará el despliegue», dijeron fuentes
militares.
La zona asolada por el terremoto se encuentra situada a unos 600
kilómetros al noreste de Lahore, en cuyo centro hoy, domingo, cerca
de 500 policías de unidades antidisturbios tomaron posiciones para
prevenir manifestaciones de protesta contra el Gobierno paquistaní
por la lentitud con la que socorre a los damnificados.
En la región paquistaní de Cachemira, el Ejército de Pakistán
tiene desplegados más de 50.000 efectivos y en las tareas de
distribución de la ayuda humanitaria participan cerca de cien
helicópteros, incluidos doce de las fuerzas estadounidenses, cuatro
de las alemanas y otros dos de las británicas. El resto de las
tropas españolas bajo bandera de la OTAN llegarán de forma
escalonada a lo largo de la próxima semana.
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