El balance de la noche número once de disturbios registra 1.400 vehículos quemados.

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EFE-PARIS
Desbordado por las violencias urbanas que se han extendido a casi 300 localidades del país, el Gobierno francés ha decidido recurrir al toque de queda para restablecer el orden, además de prometer medidas sociales para responder a los problemas de fondo de esos barrios periféricos difíciles.

Se trata de «una decisión importante», que marca «la gravedad de las cosas» y «nuestro espíritu de responsabilidad para asegurar la protección de todos», dijo Villepin, cuando la violencia ya se había reanudado por la tarde en Toulouse (suroeste), con el incendio de un autobús y 20 coches, y ataques de jóvenes a policías.

Tras once noches consecutivas de disturbios, el primer ministro, Dominique de Villepin, anunció ayer por la noche por televisión que los prefectos podrán aplicar el toque de queda «donde sea necesario», bajo la autoridad del Ministerio de Interior, para permitir «el retorno de la calma y asegurar la protección de los habitantes».

Ante los actos «inaceptables e inexcusables» de violencia y actos vandálicos y en este «contexto particularmente grave», Villepin dijo que el presidente, Jacques Chirac, ha decidido convocar para hoy un Consejo de ministros extraordinario «para aplicar las disposiciones de la ley de 1955», por las que los prefectos podrán decretar el toque de queda donde sea útil.

Villepin también anunció la movilización de 1.500 reservistas de la policía y la gendarmería para elevar a 9.500 los efectivos desplegados, pero excluyó de momento el recurso a las fuerzas del Ejército.

«No estamos allí», dijo, si bien matizó que «en cada etapa tomaremos las medidas necesarias para que el orden sea restablecido muy rápidamente en el conjunto del territorio nacional».

Desde que empezaron los disturbios, el pasado día 27, tras la muerte de dos adolescentes electrocutados cuando se refugiaron en un transformador eléctrico en Clichy-sous-Bois, en las afueras de París, al creerse erróneamente perseguidos por la Policía, 599 personas han quedado bajo custodia policial, 192 fueron llevadas ante la Justicia y otras 83 han sido encarceladas, según el Ministerio de Justicia.

Después de que dos policías sufrieran ayer heridas de consideración en una emboscada tendida por jóvenes que dispararon con escopetas de perdigones contra un grupo de antidisturbios, Villepin rindió tributo a la «sangre fría» de las fuerzas del orden.