Miles de manifestantes se concentraron ayer en París y otras
ciudades en defensa de los servicios públicos, especialmente en los
barrios periféricos y las zonas rurales de Francia.
El abandono de estas zonas conflictivas por los servicios públicos
fue uno de los problemas evidenciados durante la crisis.
Organizada por la Federación de colectivos de defensa de los
servicios públicos nueve meses después de una movilización bajo el
mismo lema en el centro de Francia, esta manifestación se produce
cuando los barrios periféricos de las grandes ciudades del país
acaban de ser el escenario de una ola de violentos disturbios.
«Servicios de calidad en todas partes y para todos», rezaba el
cartel de cabeza de la marcha, que bajo un sol tímido y
temperaturas gélidas, salió de la Plaza de Italia camino de la
Asamblea Nacional (cámara de los diputados).
Según los organizadores, unas 30.000 personas participaron en el
desfile, mientras que, según la policía, eran 9.800. No hubo
incidentes, dijo un portavoz de la prefectura del vecino país
galo.
Hubo manifestaciones en otras ciudades, como Toulouse
(suroeste), donde se congregaron entre 1.000 y 2.500 personas.
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