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El año 2005 concluye con un nuevo repunte de la violencia en Cisjordania y Gaza y sin que se vislumbre una prórroga al «período de calma» de las milicias que concluye el día 31. El último atentado suicida de los siete ocurridos éste año tuvo lugar ayer, en el control militar de Yabara, en el distrito de Tulkarem. La Yihad Islámica se atribuyó el ataque suicida que mató a un israelí y a dos palestinos, aparte del terrorista inmolado.

Según fuentes militares israelíes, el suicida activó sus explosivos cuando el sargento al mando del control de carretera le ordenó salir del taxi en el que viajaba y desabrocharse el abrigo. El conductor del taxi y al menos uno de los pasajeros figuran también entre los muertos, y entre los heridos hay tres soldados israelíes -dos de ellos en estado grave-, y seis palestinos.

Tras el atentado, el Ejército israelí impuso el toque de queda en la aldea de Yabara y en la de Faraum, e impide que efectivos de la policía palestina circulen por el lugar. Las fuentes militares informantes explicaron que el suicida iba camino de la ciudad de Tel Aviv, o de otro importante centro urbano israelí, donde estos días se celebra el festival de la «Hanucá» o «Fiesta de las luminarias», con espectáculos multitudinarios y callejeros.

En ese sentido, dijeron que el soldado salvó la vida a decenas de personas, pues una bomba de 10 kilos en medio de una multitud hubiera tenido consecuencias demoledoras.

El Ejército judío ha confirmado que tenía información de los servicios secretos sobre un atentado en ciernes entre ayer y hoy, y por ello había colocado un retén militar a 500 metros del puesto fronterizo del distrito, con objeto de reforzar las inspecciones.

La declaración, el miércoles, por Israel de una zona de exclusión en el norte de la franja de Gaza desde la que las milicias disparan sus cohetes Kasam, y los reincidentes atentados suicidas palestinos, no parecen ser indicio de gran optimismo para el año que viene.

La organización terrorista Al Qaeda en Irak aseguró ayer en una página «web» haber disparado el pasado martes varios misiles contra Israel -hiriendo a tres soldados- desde territorio libanés, según informó la cadena de televisión Al Yazira. Los disparos motivaron más tarde las represalias de Israel, que lanzó un ataque aéreo contra las bases de un grupo palestino pro sirio en el Líbano, apenas a 18 kilómetros al sur de la capital libanesa.

De confirmarse la autoría de Al Qaeda, sería la primera vez que la organización de Zarqaui ataca a Israel desde territorio libanés. Además, significaría alguna suerte de alianza o connivencia con Hizbulah, el grupo chií que controla «de facto» el sur del Líbano. Hasta ahora nadie había reivindicado los disparos, algo extraño pues Hizbulah suele hacerlo de inmediato.