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El brazo armado de la Resistencia Islámica Hamás (Fervor), los Batallones de Azedín al Kasem, anunció oficialmente ayer que ha puesto fin a su compromiso con el Gobierno palestino para un «período de calma» (taadía) con Israel.

La organización había anticipado su decisión por medio de un comunicado colectivo con otras facciones palestinas el sábado.

Los milicianos islámicos «vengarán todos los crímenes del enemigo sionista contra nuestro pueblo durante la tregua» de casi un año, advierten los «Batallones» en su comunicado al dejar sin efecto su pacto con el presidente palestino, Mahmud Abás, del pasado 17 de marzo.

El documento no indica claramente si la reanudación de las operaciones de esos «batallones», armados con cohetes Al Kasam, incluirá ataques contra objetivos en territorio de Israel.

Esos cohetes, un arma artesanal casi exclusiva de los integristas, era empleada desde hace unos meses por otras facciones palestinas para atacar localidades israelíes desde Gaza.

El anuncio coincide este fin de semana con una posible crisis interna en Hamás con vista a las elecciones del próximo día 25 en Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental.

El líder de Hamás en Cisjordania, Hasan Yusef, un líder moderado preso desde hace dos meses, acusado de «contactos con una organización terrorista», parece reflejar un enfrentamiento con los «duros» entre los dirigentes integristas.

Fuentes palestinas informaban de que dirigentes veteranos de Al Fatah, encabezados por el primer ministro, Abú Alá, y algunos de la «nueva generación», pidieron al presidente palestino, Mahmud Abás, aplazar las elecciones del día 25.